Este 10 de diciembre de 2023, los argentinos y argentinas vivimos tres momentos históricos: conmemoramos 40 años desde el retorno ininterrumpido de la democracia, celebramos el Día de los Derechos Humanos y presenciamos la asunción de un nuevo Gobierno Nacional.
Desde 1983, como sociedad, elegimos un consenso amplio fundamentado en la defensa del Estado de Derecho, la votación democrática de nuestros representantes, el diálogo y las instituciones como vías para resolver conflictos, y el compromiso de construir un país más justo, donde cada persona tenga las mismas oportunidades.
TECHO celebra 20 años de trabajo en Argentina, con la misión de superar la pobreza extrema en los sectores más marginados, mediante el encuentro entre las juventudes, los habitantes de asentamientos y la participación activa de diversos sectores. Desde nuestra posición, consideramos fundamental reflexionar sobre tres temas.
En primer lugar, reconocemos una gran deuda con nuestra democracia. En la actualidad, cinco millones de personas viven en mas de 6.000 villas y asentamientos sin acceso a la vivienda ni servicios básicos adecuados, infraestructura urbana o tierra segura para vivir. Como sociedad, les debemos la oportunidad de nacer y crecer con un techo adecuado. Más de un millón de familias habitan en márgenes donde pocos se animan a transitar. En los próximos años de democracia, es crucial tener presente la deuda de la emergencia habitacional y trabajar para saldarla.
En segundo lugar, no podemos postergar esta discusión y debemos hacerlo sosteniendo lo construido y siendo creativos con lo que aún falta. La situación económica actual es compleja y afecta directamente a los sectores populares, agravando la realidad y haciéndola más urgente y prioritaria. Necesitamos actuar de inmediato, ya que estamos detrás del problema. En el corto plazo, es necesario que las acciones estatales se reenfoquen hacia la urgencia. La vivienda de emergencia de TECHO o iniciativas similares constituyen una respuesta concreta y comprobada en el camino hacia soluciones habitacionales progresivas, integrales y definitivas.
En la misma línea, es crucial generar la sostenibilidad de políticas de Estado que han trascendido los gobiernos, como el Registro Nacional de Barrios Populares y la Ley 27.453 para la Integración Social y Urbana. Es fundamental trabajar por su sustentabilidad tanto en lo financiero, como en su enfoque participativo y de articulación interestatal y con otros actores sociales.
Como último punto, indisociable de los anteriores, estas respuestas deben construirse desde la escucha y el aprendizaje que nos brindan las comunidades que acompañamos. Ellas construyen sus barrios con la potencia de la creatividad, los lazos de solidaridad y la fuerza de la acción comunitaria. Allí donde muchas veces el mercado no brinda soluciones por sí solo y el Estado llega de forma insuficiente, cada día los vecinos y vecinas de los barrios populares levantan sus comunidades.
En los próximos 40 años, sigamos construyendo una democracia que no olvide a los últimos, que no tolere discursos de estigmatización hacia las personas que viven en situación de pobreza y que fomente la participación ciudadana hacia la igualdad de derechos. Como organización que pone su convicción en acción cada fin de semana, que moviliza juventudes y, desde su diversidad, genera encuentros improbables para los diálogos que la Argentina necesita, tenemos la certeza de que vamos a mejorar la sociedad siendo proactivos en el desarrollo de soluciones y trabajando por una Argentina más justa, igualitaria, integrada y sin pobreza.
Juan Ignacio Maquieyra
Director Ejecutivo de TECHO-Argenitna